jueves, 9 de enero de 2020

William Wallace


Seguro que la mayoría de vosotros conocéis la mítica escena de Braveheart donde William Wallace en su último aliento grita “LIBERTAD”. Bien pues hoy vengo a hablaros de este mítico héroe de Escocia, quien por cierto no era conocido como braveheart, ya que este título pertenecía a Robert the Bruce.

No se sabe con exactitud cuando o donde nació Wallace, ya que los pocos datos que hay sobre él a veces resultan un tanto ambiguos. Siempre se había considerado que nació en Elderside sobre el año 1270 en el condado de Renfrewshire. Esto se sabe tan solo por un poma escrito en el siglo XV. Pero recientemente se ha iniciado una disputa a causa de una carta escrita por Wallace cuando era adulto y cuyo sello indica que su familiar era de Ayrshire, concretamente de Ellerslie, cerca de Kilmarnock. Debido a la similitud de estos nombres es muy probable que se confundieran en los textos antiguos.

En la película a Wallace lo llaman en ocasiones “Commoner” (plebeyo), pero lo cierto es que pertenecía a una familia noble, aunque no muy importante. El caso es que pertenecía a la nobleza.

Wallace creció en una Escocia independiente, gobernada por Alexander III, hasta que murió en 1286 debido a que su caballo se precipitó por un acantilado, dejando como única heredera al trono de Escocia a su nieta Margaret, que en ese momento vivía en Noruega y era muy joven para asumir el mando de una nación. Cuando Margaret llegó a Escocia murió al poco tiempo, pus había caído enferma en el barco en el cual navegaba. A partir de ese momento se desata una gran crisis en Escocia, ya que cada clan quería nombrar a su propio candidato y hubo mucha tensión entre las familias escocesas, sobretodo entre los Balliol y los Bruce. 

Finalmente los escoceses pidieron al rey Edward I de Inglaterra que actuara como árbitro y éste aceptó a cambio de que lo nombraran Señor Supremo de Escocia. En 1292 decidió coronar a John Balliol pues sabía que era más débil y Edward lo que quería en realidad era hacerse con Escocia y en el año 1296 envió a sus tropas y en abril forzó a Balliol a abdicar quedándose para sí el título de rey de Escocia. 

Con Escocia sometida a Inglaterra, muchos nobles decidieron actuar, siendo uno de ellos Wallace. El primer ataque de Wallace y sus hombres fue contra William Heselrig, quien murió asesinado. A partir de ese momento se dedicaron a atacar muchas más fortalezas inglesas. Esta rebelión llegó a oídos del rey Edward, que no dudó y envió a uno de sus ejércitos para acabar con ella, comandado por John de Warenne, Conde de Surrey y su misión era rescatar la ciudad de Dundee que estaba asediada por Wallace y Andrew Moray, uno de sus principales aliados.

Pero para entrar al norte de Escocia los ingleses debían atravesar un puente situado a las afueras de Stirling, puente que solo podían cruzar de dos en dos debido a su estrechez. El caso era que los escoceses conocían ese dato y el 11 de septiembre de 1297 mientras cruzaban, el ejército de Wallace arrasó al inglés. Esta batalla fue una gran victoria para Wallace y al volver a casa el mismo Robert the Bruce lo nombró Guardián de Escocia.
En los meses que siguieron a la batalla de Stirling los escoceses se dedicaron a atacar y a saquear fortificaciones inglesas y a quemar los campos para que los ingleses que habían vuelto a entrar en Escocia no pudieran abastecerse de ellos.

A mediados de julio de 1298 informaron a Edward que Wallace y sus hombres estaban en el bosque, muy cerca de la aldea de Falkirk, a penas a 20 kilómetros de Edimburgo y el rey de Inglaterra decidió atacar un 22 de julio.

A pesar de que los superaban en número, Wallace tenía un arma que los ingleses ignoraban, los “schiltroms”, grupos de soldados con lanzas de dos metros para detener a la caballería inglesa, que atacaría primero. Pero el rey Edward también tenía un arma secreta y al ver como muchos de sus caballeros morían decidió utilizarla y dicha arma era el arco largo inglés. La infantería rebelde fue dezmada por el arco y cuando se debilitó lo suficiente la caballería volvió a atacar.
Es en ese momento cuando los escoceses se dieron cuenta de que habían perdido y abandonaron Falkirk en medio de la batalla. 

Wallace consiguió escapar, aunque regresó con el orgullo y la reputación dañados y fue entonces cuando decidió renunciar a su título de caballero y Guardián de Escocia. Pero aun así no se quedó quieto y siguió reclutando a gente y aunque ya no era una gran amenaza como antaño, el rey aún quería acabar con él y sobornó a un grupo de nobles para capturarlo. Fue John de Menteith quien en agosto de 1305 traicionó a Wallace y lo apresó para entregarlo posteriormente a los ingleses que lo trasladaron a Londres.

El juicio se celebró el 21 de agosto en Westminster hall y el tribunal lo incriminó por traición. Hay que destacar que dicho juicio fu breve ya que no se contaba con abogado ni jurado. Wallace fue acusado de asesino, sacrílego y fugitivo.

Dos días después lo desnudaron y lo ataron a un caballo, aunque algunos expertos dicen que lo envolvieron en una piel de buey para no desgarrar su cuerpo pues habían pensado torturarlo más tarde. El caso es que fue arrastrado desde el palacio de Westminster hasta Smithfield. Después lo ahorcaron a una altura que fuese suficiente para no romperle el cuello y no muriera antes de tiempo. Tras descolgarlo antes de que se ahogara lo mutilaron y le arrancaron las tripas mientras seguía con vida. Finalmente fue decapitado y sus restos se repartieron por cuatro lugares de Escocia, Newcastle upon Tyne, Berwick-upon-Tweed, Stirling y Aberdeen. Su cabeza fue colgada en el puente de Londres sirviendo como advertencia para los enemigos de Inglaterra. 

Es triste saber que fue torturado y asesinado de la manera más vil por defender la libertad de su país, pero su muerte no fue en vano pues sirvió de inspiración para los escoceses y dos décadas después Robert the Bruce consiguió liberar a Escocia del yugo inglés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario